¿Os gustan las patatas fritas? Cuando vinimos a vivir a Madrid noté que esto estaba lleno de fábricas de patatas fritas y churrerías, me pareció una de las cosas más llamativas de esta ciudad. No digo que en Valencia no hubiese, pero aquí era masivo.
Claro que de eso hace ya unos cuantos años y las cosas van cambiando. Esos negocios van cerrando y poca gente sigue la estela. Pero no estamos aquí para quejarnos, sino para celebrar los que siguen al pie del cañón.
La foto que ilustra esta entradilla (con manchurrón de grasa incluído) es de la Fábrica de Patatas Fritas San Raimundo. Como reza su eslogan, son las más ricas del mundo, creo que de Madrid son las mejores. Mi proveedor es mi compadre Txiva, que tiene una batcueva en la zona de Bellas Vistas, en Tetuán, el pequeño Caribe madrileño. La dirección: C/ San Prudencio, 50.
Otras que son memorables son las de la Churrería-Fábrica de Patatas Fritas de Felipe II, en la zona de Goya.
En La Guindalera no tenemos sitios tan célebres, pero por lo menos hay donde comprarlas, como en la cadena de Hermanos Ortiz de Francisco Silvela.
Ya sabéis que es algo sano y natural, reivindicable como tantas cosas buenas de la vida. A ver si los herederos de las fábricas patateras, con esto de la crisis, se animan a seguir los negocios familiares, o, por qué no, a reabrir viejos negocios. Son cosas de las que molan de Madrid.
Publicado originalmente en Rebeldes en la Estrella de la Muerte, 5 de Agosto de 2009